En 'La dulce ciencia', el recopilatorio de crónicas de boxeo del periodista A.J. Liebling -en el 'New Yorker' entre 1935 y 1963- aparece un púgil interesante: Ezzard Charles. Según un psicólogo «es inteligente, cultivado, cortés y sensible» y por eso es incapaz de vencer a Rocky Marciano. «Piensa demasiado». Su descripción es un excelente ejemplo de una creencia antigua, pero aún latente en el deporte: las inquietudes intelectuales rebajan el rendimiento físico. En realidad, una tontería. Desde hace años la suposición está en desuso, pero si quedaba alguna duda ayer quedó absolutamente aclarada por un atleta: Bruno Hortelano.
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